La cantante Katy Perry es un seguro de éxito, por lo que la revista ‘GQ’ ha querido contar con ella para su portada del mes de enero.
En ella la joven aparece ataviada con un trikini con rayas negras y blancas en el que explota sus mejores encantos.
Precisamente de ello habló en la entrevista que se puede leer en el interior de la publicación, ya que la californiana contó una divertida anécdota sobre por qué cree que tiene un busto tan generoso.
«Una noche, cuando solo tenía 11 años, estaba acostada y miré mis pies. Le recé a Dios. Dije: ‘Dios, ¿podrías hacerme tener un pecho tan grande que no me pueda ver los pies cuando esté acostada?’.
Por lo que se ve, Dios respondió a mis oraciones» contó Perry.
Y es que no es la primera vez que la intérprete de ‘Firework’ asegura tener un hilo directo con un poder superior, ya que el pasado mes de octubre señaló que uno de sus objetivos es «mantenerse en contacto con un Dios o un poder superior a mí».