El pasado 8 de marzo de 2014 desapareció sin dejar rastro un avión de ‘Malaysia Airlines’ una hora después de despegar de Kuala Lumpur con destino a Pekín. Desde entonces un total de 26 países se han movilizado para intentar localizar su paradero con el empleo de aviones, barcos, submarinos y otros recursos tecnológicos, todos ellos con el amparo de una cifra ingente de recursos humanos. Posteriormente, el 24 de marzo, las autoridades hicieron público que tenían suficientes indicios para pensar que el avión se había estrellado en algún punto del Océano Índico.
Sin embargo, esto no ha hecho que cese la búsqueda de los supuestos restos, por lo que este dispositivo se puede considerar como el más caro de la historia en un accidente aéreo. Según estimaciones de la agencia Reuters, justo un mes después de la desaparición de la nave y basándose en el análisis de informes de las Ministerios de Defensa implicados en el despliegue, se habrían gastado cerca de 31,8 millones de euros en la búsqueda. Una cifra equivalente a lo invertido a la búsqueda del avión de ‘Air France’ que se estrelló en el Atlántico en 2009 con 228 personas a bordo, el cual acabó siendo encontrado dos años después de la catástrofe.
Sin embargo, se cree que estos cálculos podrían ser muy inferiores a la realidad, ya que a la hora de hacerlos no tomaron en cuenta la participación de países como Reino Unido, Francia, Nueva Zelanda o Corea del Norte, así como los costos derivados del empleo de aviones civiles y del mantenimiento de las miles de personas implicadas en la operación de búsqueda.