El juez instructor del ‘caso Urdangarín‘, José Castro, tomó a finales del año pasado la decisión de poner a la venta la vivienda unifamiliar que posee en el Molinar de Palma de Mallorca. El domicilio está situado en primera línea del Paseo Marítimo, en la zona del Portixol, un enclave próximo al centro de la ciudad y que cuenta con una terraza con estupendas vistas al puerto del Molinar. Así, el juez ha tasado su casa de 174 metros cuadrados en 1,4 millones de euros, a un precio de 8.000 euros el metro cuadrado.
El edificio se construyó en 2005 y cuenta con dos dormitorios, dos baños y una terraza de 20 metros cuadrados. Junto a ella hay otra casa edificada en el mismo solar, de 193 metros cuadrados de extensión, y que pertenece a un amigo de José Castro. Los rumores han llegado a especular que el motivo de la venta del domicilio reside en que el magistrado quiere buscar un lugar más tranquilo tras su creciente popularidad por el caso ‘Nóos’. Sin embargo, en el entorno del juez aseguran que es un hombre con «arrojo» que no teme los «sabotajes», como el que sufrió en una ocasión al ver cómo la cerradura de su casa había sido sellada con silicona.
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