Trastornos cerebrales: ¿Cómo se produce la demencia vascular?

La investigación científica sobre el cerebro ha abierto un área de conocimiento completamente nueva para la humanidad, y algunas de ellas son muy importantes desde la perspectiva del tema actual.

Entonces, para que las neuronas del cerebro funcionen de manera normal y estable, necesitan nutrirse constantemente, la cual es proporcionada por los vasos sanguíneos. Por lo tanto, si en una parte del cerebro el suministro de sangre se interrumpe o se detiene por algún motivo, las neuronas mueren y se desarrollan trastornos cerebrales.

La demencia adquirida, se compone de una serie de signos y síntomas que pueden conducir al desarrollo de deterioro cognitivo y de la función cerebral. Las consecuencias son cambios negativos en los procesos cognitivos, no por cambios relacionados con la edad, sino por mal funcionamiento del cerebro o enfermedad mental.

La demencia tiende a afectar a las personas mayores, pero el deterioro cognitivo no es infrecuente en las personas más jóvenes. Por ejemplo, una investigación en el Reino Unido mostró que por cada 100,000 personas entre las edades de 30 y 64 años, hay 54 personas con demencia.

La causa del desarrollo de la demencia a una edad relativamente temprana puede ser por enfermedades degenerativas del sistema nervioso, mutaciones genéticas, lesión cerebral traumática, intoxicación prolongada por alcohol, entre otras.

Por lo tanto, cuanto antes notes los signos de deterioro cognitivo, más probabilidades tendrás de prevenir el desarrollo de la demencia, o al menos ralentizarla.

Entre los factores de riesgo que pueden propiciar el desarrollo de la demencia, hay varias cosas que son características de la vida de una persona moderna. Por lo tanto, es indispensable tomarlos en consideración e intentar evitarlos.

 

Factores de riesgo:

1) Estrés prolongado.

2) Depresión prolongada.

3) Exceso de peso.

4) Abuso de alcohol y cigarro.

 

Muchos expertos creen que la principal causa de la demencia es la enfermedad de Alzheimer y otras similares en las que mueren las células nerviosas. Sin embargo, los síntomas de la demencia también pueden ocurrir debido a la alteración de la circulación sanguínea en el cerebro, la cual se clasifican como demencia vascular.

La mala condición física y la falta de atención también pueden ser una causa grave de demencia. Científicos del Instituto Cooper de Estados Unidos han observado a 19 mil personas durante 25 años y, tras analizar sus observaciones, llegaron a la conclusión de que todos los que tenían un bajo nivel de aptitud física durante el examen inicial, empezaron a desarrollar demencia años después.

Por tanto, una de las mejores formas de prevenir una enfermedad terrible, mantener las funciones cognitivas y mantener las habilidades utilizadas en la vida diaria durante muchos años, es la educación física y el deporte.

 

¿Cómo prevenir la demencia?

Los estudios científicos han demostrado que la enfermedad de Alzheimer provoca la formación de depósitos de proteínas dentro y alrededor de las neuronas, que impiden que éstas se comuniquen con otras células y, posteriormente, conducen a su muerte. Aún no se han desarrollado métodos efectivos para prevenir la aparición de placas proteicas y, por esta razón, el tratamiento farmacológico se utiliza en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. Las drogas afectan el trabajo de los neurotransmisores.

Los neurocientíficos de la Universidad de Irvine, Escocia, han demostrado por primera vez que el aprendizaje activo es esencial para mantenerse saludable. Llevaron a cabo muchas pruebas y encontraron que las personas mayores que muestran una actividad mental adecuada para ellos retienen su memoria mucho mejor que sus compañeros «pasivos».

Los científicos dijeron que la actividad mental representa aproximadamente una cuarta parte de la diferencia en la disminución de la capacidad intelectual relacionada con la edad. En las personas mayores con una mente activa, el rendimiento mental disminuye un 32% más lentamente que en aquellos que piensan con actividad promedio y un 48% más lento que en aquellos que son intelectualmente pasivos.

De ahí otra conclusión: para ralentizar el proceso de envejecimiento, conservar la memoria por más tiempo y prevenir el desarrollo de la demencia senil, es necesario estimular la actividad mental. Curiosamente, investigadores de la Facultad de Medicina Albert Einstein en Nueva York, llegaron a la conclusión de que la actividad cerebral activa previene el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer o la demencia.

 

De todo lo anterior, podemos deducir dos reglas para mantener la mente clara y la inteligencia en la vejez: proporcionar a su cuerpo estrés físico y a su cerebro, estrés mental.

 

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