La artrosis es una enfermedad degenerativa causada por el deterioro del cartílago articular, parte que recubre los extremos óseos que unidos dan lugar a las articulaciones, los componentes del esqueleto que permiten el movimiento.
El cartílago articular es indispensable para el buen funcionamiento de la articulación ya que es la superficie de amortiguación y deslizamiento entre los extremos óseos que forma cualquier articulación.
Esta patología puede llegar a producir alguna incapacidad funcional en el paciente, aunque en ocasiones también podría originar un grado de invalidez que impida al paciente desempeñar sus actividades cotidianas.
Durante el desarrollo de la enfermedad, la erosión del cartílago articular puede alterar el cartílago articular del hueso opuesto de la propia articulación provocando que comience el mismo proceso de desgaste.
Como consecuencia, puede llegar un momento en el que los cartílagos desaparezcan y aparezca el dolor.
A medida que el cartílago va desapareciendo, el hueso reacciona y crece por los lados (osteofitos) produciendo la deformación de la articulación.