Pregunta formulada por: Ainhoa Méndez de la Fuente (Murcia)
Es frecuente que una persona sienta que oye peor después de haber estado varias horas escuchando un sonido a un volumen muy alto.
Y es que, según un estudio de la Universidad de New South (Gales), la llamada ‘sordera reversible’ es un mecanismo adaptativo que permite que el oído continúe funcionando bien tras ser expuesto de forma prolongada a un ruido intenso.
Esto se explica porque el propio cuerpo genera una respuesta fisiológica que hace que el oído disminuya su capacidad para oír si es sometido a un ruido prolongado superior a los 85 decibelios.
Sin embargo, se trata de un mecanismo puntual que, a la larga, no evitará que el oído acabe sufriendo daños si es sometido durante mucho tiempo a estos ruidos de alta intensidad.
Entre las posibles consecuencias de ellos están la disminución de la capacidad de oír o las distorsiones en la sonoridad.
Por ello, se aconseja la moderación, evitar las fuentes de alta sonoridad y cambiar de manera periódica el entorno sonoro.