¿Es verdad que la lluvia y las temperaturas tienen un impacto directo en la aparición de la alergia primaveral? ¿Alguna vez te has planteado cuáles son los efectos que ambos elementos pueden llegar a provocar en el momento de adelantarnos a una de las épocas más complejas que existen en términos de alergias?
Como sabes, cuando la primavera comienza a irrumpir en nuestro día a día es el momento en el que la alergia primaveral alcanza sus cotas más altas. En este artículo te contamos todo lo que tienes que saber para entender por qué las temperaturas y la lluvia pueden llegar a tener un importante impacto cuando se trata de lidiar contra este tipo de alergias. Recuerda que en farmacias especializadas, como Farmacia Ribera, dispones de una gran cantidad de productos con los que exprimir al máximo todas sus oportunidades.
El polen y las temperaturas
En primer lugar, vamos a analizar cuál es la relación que existe entre el polen y las temperaturas. Para ello, conviene saber que el incremento anual de las temperaturas que está sufriendo el planeta en la actualidad provoca que las plantas crezcan con una mayor fuerza de lo que lo hacían años atrás.
Esto provoca que los picos de polen sean mucho más acusados que los que estamos acostumbrados. Requiriendo de un mayor control por nuestra parte en el momento en el que deseemos estar expuestos a él.
La lluvia y la alergia, ¿cómo afecta?
La primavera se caracteriza por contar con días mucho más secos. Un elemento que provoca que el polen aumenta de manera considerable. Para que descienda, es recomendable que vivamos en climas en los que las lluvias se precipitan con cierta asiduidad, provocando una disminución de los niveles existentes.
La explicación la encontramos en que la lluvia empuja a las partículas de polen que están presentes en la atmósfera hacia el suelo. Por lo tanto, provoca una menor incidencia del mismo en nuestro día a día. Garantizando la reunión de todos los elementos que son necesarios para poder obtener un nivel de vida mucho más adecuado al que deseamos optar. Cuando las partículas de polen descienden, normalmente son arrastradas por la propia lluvia o terminan en el barro. Consiguiendo una reducción inmediata de la presencia de las mismas.
La variabilidad meteorológica puede provocar, por tanto, una polinización mucho más agresiva. Siendo importante tenerla controlada para poder conocer cuáles son los niveles de polen a los que nos vamos a tener que enfrentar en el momento en el que salgamos a la calle.
Como hemos podido comprobar, tanto la falta de lluvia como el factor de la temperatura tienen un importante impacto en todo lo que tiene relación con la alergia primaveral. Utiliza algunos de los productos específicos para tal fin, como los que puedes encontrar en la farmacia mencionada previamente, y exprime al máximo todas tus posibilidades para lidiar con este elemento.