Así es. Se trata de la ‘progeria‘, una enfermedad extremadamente rara que se da en 1 de cada 8 millones de recién nacidos vivos.
No hay estudios que indiquen que afecte más a alguna raza en especial, aunque se calcula que el 97% de los casos de los que se tienen constancia se han producido en personas caucásicas.
Es una enfermedad genética que se caracteriza por provocar un envejecimiento brusco y prematuro de los niños entre el primer y el segundo año de vida, provocando que el proceso natural de envejecimiento se acelere entre 5 y 10 veces más rápido de lo habitual.
Así, los pacientes aquejados de la misma suelen vivir un promedio de 14 ó 15 años, aunque pueden llegar a los 30. La muerte se suele producir por problemas cardiovasculares.
Además, otros síntomas de la misma son los problemas de crecimiento, la calvicie, la macrocefalia, la baja estatura, una piel seca y delgada, ojos saltones y la proliferación de enfermedades degenerativas, entre otras. Sin embargo, a nivel mental el afectado tiene un desarrollo totalmente normal.