Sí, aunque no hablamos en el sentido metafórico de los ‘corazones partíos’.
Se trata de un material diseñado por especialistas del departamento de Cirugía Cardiaca del Hospital Infantil de Boston (EE.UU), consistente en un adhesivo que se activa con luz ultravioleta y que permite unir (o ‘pegar’) tejidos con total seguridad.
El producto ha sido llamado ‘HLAA’ (por las siglas en inglés de ‘adhesivo hidrofóbico activado con luz) y es resultado de unir el glicerol con el ácido sebáceo.
Tras mezclarse, estas sustancias químicas dan lugar a una especie de pegamento que incluso no se ve afectado por el agua o la sangre.
Así, se trata de una sustancia viscosa que se puede aplicar sobre los tejidos para suturar, penetrando en ellos y secándose en pocos segundos gracias al efecto de luz ultravioleta.
Además, al ser un material elástico puede «expandirse y contraerse con los tejidos sin causar inflamación ni calor». Por ahora ya se ha empleado con éxito en cerdos, por lo que ahora queda empezar a realizar los ensayos en humanos.
Pero bajo sus premisas, este material podría estar llamado a revolucionar la cirugía, especialmente la cardíaca, pues sus propiedades harían que los pacientes sufrieran menos riesgos de infecciones y complicaciones durante el postoperatorio.