Desde el punto de vista sintomatológico, la principal diferencia entre las dos infecciones radica en que el cuadro catarral no suele producir fiebre elevada.
Ambos procesos infecciosos tienen en común que están causados por virus, que son una de las mayores causas de absentismo laboral y escolar, y que originan más consultas médicas que ninguna otra enfermedad.
Se estima que cada español sufre una media de 2,1 resfriados al año y que la gripe afecta a más de 1,5 millones de pacientes.
Esta última está provocada por una pandilla de virus que pertenece a la familia Orthomyxovirus, mientras que detrás de los resfriados, también llamados catarros, se hallan los rinovirus o coronavirus.
Desde el punto de vista sintomatológico, la principal diferencia entre las dos infecciones radica en que mientras el cuadro catarral no suele producir fiebre elevada o malestar general, el proceso gripal aparece normalmente de forma repentina con dolor de cabeza, fiebre, mialgia y debilidad.
En el caso del catarro, los primeros síntomas son habitualmente cosquilleos en la garganta, taponamiento o secreciones nasales y estornudos.