Según una investigación reciente hecha por la Universidad del Este de Finlandia, la alimentación que reciben los niños puede afectar de forma «dramática» a su coeficiente intelectual.
Los científicos finlandeses se dieron cuenta de que los niños que comen verduras, pescado y cereales en sus primeros tres años escolares, desarrollan mucho mejor sus habilidades que otros niños con una dieta más pobre.
El estudio demuestra que la dieta de los niños es tan o más importante que el colegio al que van, los profesores que tienen y los libros que leen.
Los investigadores contaron con una muestra representativa de 161 niños de edades comprendidas entre los seis y ocho años.
Los niños que más se acercaban a la dieta mediterránea o del Mar Báltico (rica en verduras, frutas, pescado, cereales y grasas no saturadas, así como baja en carnes rojas, productos azucarados y grasas saturadas), lo hicieron mejor en las pruebas que el resto de niños, especialmente en las pruebas de lectura.
El doctor Eero Haapala explicó que «una dieta saludable influye en el aprendizaje y en el rendimiento académico de los niños».