¿Duermes con tu mascota en tu cama? Cuidado con esto…

Los animales domésticos pueden convertirse en nuestros mejores amigos, por lo que usualmente queremos darles un lugar importante en nuestra vida.

Y aunque muchos especialistas recomiendan que las mascotas (especialmente los perros) duerman en la misma habitación que su dueño para crear lazos más fuertes y ayudarles a reducir su ansiedad, esto no quiere decir que necesariamente deban compartir la cama contigo.

Es necesario crear una distinción entre el espacio de dormir de tu mascota y tú espacio personal, pues de lo contrario, puedes estar expuesto a daños y afecciones que a pesar de no ser tan dañinas para el animal, pueden ser bastante nocivas para tu salud.

Alergias y problemas respiratorios

El pelaje de los perros y gatos pasa por un proceso similar al qué ocurre con nuestra piel, que día a día va desprendiéndose progresivamente. Del mismo modo, estos animales desprenden segmentos de piel muerta que se van acumulando en las sábanas de tu cama, lo cual puede generar alergias, y en los casos más severos, puede ocasionar ataques eventuales de asma.

Irritación en la piel

El cuerpo de tu peluda mascota es el hábitat perfecto para que un sinnúmero de microorganismos se desarrollen, entre ellos las pulgas y las garrapatas.

Cuando duermes con tu mascota y accidentalmente éste contrae algún acompañante indeseado como las pulgas, éstas pueden dejar sus huevecillos en tu cama y allí se colonizarán rápidamente, lo cual puede infestar tu cama de pulgas en poco tiempo.

Ten en cuenta que estos pequeños insectos son capaces de multiplicarse a gran escala en poco tiempo, pues una pulga adulta puede poner entre 25 a 50 huevos por día.

Aunque las pulgas prefieren alimentarse de la sangre de perros y gatos, podrían picar a los humanos si no consiguen a su huésped original, lo cual puede ocasionar picazón intensa, acompañada de enrojecimiento y leves manchas en la piel.

Infecciones

Al mismo tiempo, la presencia de pulgas en la cama puede ocasionar la aparición de infecciones en la piel como la Rickettsiosis, una serie de enfermedades causadas por la picadura de la pulga. Usualmente este insecto defeca después de alimentarse, y cuando la persona rasca la zona afectada, puede estimular que los microorganismos presentes en las heces de la pulga ingresen a su cuerpo, dando origen a estas enfermedades infecciosas. (onco.com)

Por otra parte, la mascota puede tener parásitos y bacterias intestinales que se pueden transmitir al ser humano a través de los rastros de heces que quedan atrapados en sus patas o en el pelaje. Tal es el caso de la equinococosis quística, una enfermedad infecciosa provocada por echinococcus granulosus, un tipo de gusano presente usualmente en los perros.

Así que si has acostumbrado a tu mascota a que comparta tu cama contigo, es momento que aumentes las medidas de higiene y procures darle un lugar más apropiado para tu bienestar.

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