Durante el período de infancia temprana, los perros representan un factor de gran importancia para el desarrollo emocional e intelectual de los niños, quienes se ven ampliamente beneficiados por la compañía de estos peludos amigos. Por ello, enumeraremos algunas de las ventajas para los niños de tener un perro en casa durante su etapa de crecimiento.
Vínculos emocionales
Es importante destacar el vínculo que crean los pequeños con sus perros mascotas. Esto les genera una serie de beneficios emocionales, pues al tener interacción con este ser querido, liberan endorfinas que les propician un estado de felicidad inmediato.
Además, al sentir la sensación de cariño que les devuelve el animal, les genera un sentimiento de emoción que les ayuda a ser más sensibles. Este tipo de interacciones les acompañan en su crecimiento, fortaleciendo lazos de amor y empatía que les enseñan a convivir en armonía.
Sentido de Responsabilidad
Al momento de adoptar un perro como mascota y otorgarle al niño ciertas tareas relacionadas con el cuido del animal, se les enseña una lección de responsabilidad. Progresivamente el niño comprende que sus acciones son importantes para el bienestar de su mascota y aprende a ser responsable.
Cuidar de una mascota es la mejor manera de lograr que un niño comprenda que cada acción puede tener consecuencias y que se debe ser responsable para evitar problemas a futuro.
Aumento de la actividad física
Gracias a la interacción que se genera entre el niño y su perro, la actividad física empieza a formar parte activa de su día a día. Con acciones como sacar a su mascota a pasear o compartir en juegos al aire libre, el niño realiza actividades físicas que son positivas para mantener su buen estado de salud, al mismo tiempo que ayuda a que el animal gaste las energías acumuladas y se mantenga en forma.
Esto resulta de gran importancia, ya que ayuda incluso a disminuir el tiempo que los niños dedican a la tecnología, y los incentiva al contacto físico con su entorno.
Mayor interacción social
Por otra parte, los niños que tienen perros en el hogar demuestran una actitud más positiva frente a su entorno social. Esto les permite entablar relaciones amistosas con más facilidad que aquellos niños que no tienen mascotas.
De hecho, esto ha sido corroborado en un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Australia Occidental y el Instituto Telethon Kids, quienes corroboraron los amplios beneficios de los perros para los niños en edades de 2 a 5 años.
En el estudio publicado en la revista Pediatric Research, los investigadores comprobaron que habían 30% menos posibilidades de estos niños tuvieran comportamientos antisociales. Así mismo, un 40% de los niños estudiados mostraron menos problemas al interactuar con otros niños y un 34% se mostraron más amistosos.
Por ello, resulta ser de gran importancia la presencia de los perros en el hogar, para mejorar las relaciones interpersonales de los niños y reforzar su comportamiento.