La maravillosa historia de Frank Sinatra

Francis Albert Sinatra es un cantante, actor, director y showman estadounidense. Es ampliamente considerado como uno de los artistas más influyentes y populares del siglo XX.

En total se han vendido más de 150 millones de grabaciones de canciones interpretadas por la cantante. Un verdadero ícono de la música popular de la época, principalmente en América, fue declarado ganador del Premio Grammy de Música en once ocasiones. Es conocido por el público en general por su timbre especial de voz y su estilo lírico de interpretación vocal.

Biografía corta

Nació el 12 de diciembre de 1915 en la localidad de Hoboken, Estados Unidos. Los padres de Frank emigraron de Italia y se mudaron a los Estados Unidos cuando eran niños. Habiéndose establecido en la costa este del país, comenzaron una nueva vida, en la que apareció una futura estrella.

El padre del músico probó muchas profesiones en Estados Unidos, desde cargador y cantinero hasta bombero y boxeador profesional. La madre se dedicaba a las tareas del hogar, durante algún tiempo trabajó como enfermera. Posteriormente, cuando la futura cantante maduró un poco, asumió actividades políticas como líder de la célula local del Partido Demócrata.

Lugar de nacimiento de Frank Sinatra

Hoboken, donde creció Sinatra, era una ciudad de inmigrantes con un nivel de vida bastante bajo. Frank nunca recibió ninguna educación. En la escuela, no se dejó llevar por las materias de ciencias naturales, tampoco gravitó hacia las disciplinas humanitarias. La naturaleza creativa, que no toleraba marcos rígidos, se hizo sentir.

Desde la infancia, el futuro actor no difería en el comportamiento ejemplar. El resultado fue la expulsión de la escuela, lo que no le molestó mucho. Después de todo, la única pasión de Frank era la música.

La primera actividad que allanó el camino a la fama fue el trabajo del conductor del equipo de novatos «Three Flash». Luego, el joven mismo se convierte en un artista en este grupo, que ahora se llama los «Cuatro de Hoboken». En ese momento, Frank ganaba poco más de veinte dólares a la semana por su trabajo. Posteriormente, Sinatra recordó que estaba extremadamente feliz por esto: «Yo mismo estaba dispuesto a pagar más por la oportunidad de actuar en el escenario y ver mi cara en los carteles».

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