La mejor manera de proteger nuestro futuro es protegiendo los bosques. Plantas y árboles son los pulmones de la humanidad, y de ellos depende que sigamos con vida. De entre todos ellos, hay uno que puede ayudarnos a luchar contra el cambio climático y salvar al planeta.
Ya se habla de la revolución del Kiri. Este árbol originario de China, también conocido como Paulownia tomentosa o árbol emperatriz, es capaz de purificar el suelo poco fértil y su capacidad de absorción de CO2 es 10 veces mayor que la de cualquier otra especie.
El Kiri emite grandes cantidades de oxígeno y es el árbol que crece más rápido de todo el planeta: 2 centímetros diarios. En ocho años puede llega a crecer lo mismo que un roble de 40 años.
Este árbol, que crece en altitudes inferiores a los 1.800 metros, puede ser una importante herramienta para salvar el futuro del planeta.