¿Quién es el criminal más joven de Estados Unidos?

La escalofriante historia de Christian Fernández, el criminal más joven de EEUU. Su padrasto se suicidó delante suyo, después de propinarle una brutal paliza.


Abusos, violencia y maltratos se repiten en su corta pero acelerada infancia. Biannela Marie Susana, su madre, lo tuvo con tan sólo 12 años después de ser violada por un vecino, condenado a 10 años de prisión. Un hijo ilegítimo que marcó la vida de ambos.


Con tan sólo dos años, Christian fue encontrado por las autoridades de Miami desnudo vagando de madrugada por la calle, tras escaparse del motel donde su abuela lo ‘cuidaba‘ bajo los efectos de las drogas.


Él y su madre, todavía menor, pasaron a estar supervisados por los servicios sociales. Apenas un año después, fue expulsado de la guardería por bajarle los pantalones a un compañero y simular que mantenía relaciones sexuales. Las autoridades determinaron entonces que el niño había sufrido abusos de uno de sus primos.


Su vida parecía enderezarse hasta que su madre se casó con Luis Alfonso Galarraga. Tras cinco años de difícil convivencia, Galarraga se pegó un tiro delante de los hermanastros de Christian, que antes había recibido una brutal paliza. La violencia se apoderó de su vida y el fatídico 14 de marzo de 2011 se constató.


Brianella, con 24 años en ese momento, le dejó al cargo de sus dos hermanos pequeños. Cuando volvió a casa de noche, se encontró al menor de dos años sangrando por la nariz y los oídos, inconsciente en el suelo. La madre volvió a meterlo en la cama, después de que Christian le mintiese asegurando que sólo se había caído de la cama.


Se despreocupó, navegó dos horas en internet, hasta que se dio cuenta de que el bebé no se movía. Las investigaciones demuestran que entonces buscó en la red los síntomas que presenta una persona «con un golpe en la cabeza».

Asustada, avisó a emergencias, pero era tarde. El más pequeño de la familia falleció en el hospital dos días después con una fractura de cráneo. Brianella se declaró culpable por negligencia, tras demostrarse en la autopsia que si hubiera avisado a emergencias podría haberse salvado. Además del homicidio de su hermano, Cristian será juzgado por abusar del otro de cinco años.

Y es que en 29 estados norteamericanos, la ley todavía establece la cadena perpetua para el homicidio, con independencia de si el crimen ha sido cometido por un menor.

Los Estados tienen libertad para determinar su duración máxima, la mínima es de 10 años, aunque la mayoría todavía recoge la pena de por vida, sin libertad condicional, siendo el único país del mundo en aplicar esta severa pena contra los menores, según Amnistía Internacional.

 

Varios tratados internacionales prohíben precisamente la imposición de estas condenas, como el artículo 37 de la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño de 1989, ratificada por todos los países salvo EEUU y Somalía.

 

Por otro lado, la Convención Internacional de Derechos Civiles de 1966 fue firmada por EEUU a cambio de incluir una excepción a la prohibición para condenar a menores en «circunstancias excepcionales».

 

Los menores con cadena perpetua se ha multiplicado por seis desde 1966

 

Entonces había 400 menores en esa situación, ahora son más de 2.500 los niños que podrían pasar el resto de su vida tras las rejas.

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