¿Qué música escuchaba Adolf Hitler?

¿Qué música escuchaba Adolf Hitler?

Adolf Hitler ha sido uno de los personajes más recordados de la historia moderna, aunque no siempre en el mejor de los sentidos. Pero sin duda alguna, todo lo relacionado a este personaje enigmático genera gran curiosidad e intriga. En lo referente a la música, existen algunos aspectos que son sorprendentes acerca de los gustos y aficiones del ‘führer’.

 

Hitler y su pasión por la música

Para Hitler, la música resultó ser de gran relevancia, al punto que varios historiadores indican que tras discutir sus estrategias de guerra, pedía que le pusieran sus discos favoritos para relajarse de las tensiones y poder pensar.

Era amante de la música y del arte, al punto que gran parte de su vida la dedicó a acudir a la ópera para presenciar las interpretaciones de las obras de grandes artistas como Beethoven, Brahms y Liszt.

Pero sin duda alguna, la música favorita de Hitler eran las composiciones del alemán Richard Wagner. Se comenta que nunca se perdía un festival dedicado a Wagner, e incluso, que varias de sus óperas las habría visto más de cien veces. Su conexión fue tanta, que la música de este compositor se convertiría en una de las herramientas más poderosas de la propaganda nazi. (Alprazolam)

De hecho, en su libro autobiográfico ‘Mi Lucha’, Hitler describió que escuchar la ópera romántica ‘Lohengrin’ de Wagner le “cambió su vida para siempre”. Asimismo, el escritor Ian Kerschaw menciona en la biografía que escribió sobre Hitler, que la obra ‘Rienzi’ de Wagner fue la que le sirvió para formar su destino político, a la cual el exlíder del Tercer Reich habría asistido en varias ocasiones.

 

El increíble hallazgo de sus gustos musicales

Históricamente, los gustos musicales de Hitler estuvieron relacionados con compositores e intérpretes alemanes, pero un increíble hallazgo desvelado en 2007 demostró que el líder nazi tenía una pasión oculta por la música judía y rusa.

Después de más de 6 décadas, se encontró en un ático en la ciudad de Moscú, una increíble colección que contenía aproximadamente 100 discos de vinilo que pertenecieron al mismísimo Hitler. Pero lo más curioso es que en la colección no solo se hallaban discos de sus preciados compositores predilectos, sino que había una gran cantidad de música de artistas judíos y rusos, a quienes siempre vio como sus más grandes enemigos.

En la colección se encontraban producciones de importantes músicos judíos como Schnabel y Huberman; así como obras de los rusos Serguéi Rajmáninov, Alexandre Borodin y Peter Tchaikovsky.

También destaca una obra del violinista Bronislaw Huberman, quien tuvo que abandonar Europa tras la invasión nazi, debido a la persecución que se originó contra numerosos músicos alemanes y de los demás territorios ocupados por los ejércitos de Hitler, debido a sus orígenes judíos.

Por tanto, a pesar de que Hitler en su libro ‘Mi Lucha’ escribió que los judíos no habían realizado ningún aporte significativo para ninguna de las dos artes principales (la arquitectura y la música), se logró evidenciar una contradicción, ya que sí tenía fascinación por distintas obras de artistas judíos.

Síguenos en las redes

Te puede gustar...

Suscríbete a nuestra newsletter