Existen grandes zonas desérticas donde las temperaturas suelen ser muy elevadas. Pero hay una en particular que se caracteriza por ser el desierto más seco del mundo: el desierto de Atacama.
Este desierto se ubica en Chile, en la costa occidental de Sudamérica, entre el Océano Pacífico y los Andes. Su punto más austral se ubica a 800 km de la capital chilena. Por el Norte casi toca la frontera del Perú, por el Este descansa sobre los Andes, por el Sur limita con el gran Río Loa que atraviesa su territorio.
Los científicos sugieren que la edad del Atacama se encuentra entre los 20 a 40 millones de años. Se califica como el desierto más seco del mundo, gracias a que las precipitaciones en este árido desierto son de apenas unos 10mm por año.
Esto se debe a que las corrientes de aire cálido y húmedo que vienen del Este y que llevan la humedad vivificante a las selvas de América del Sur, en su camino a Atacama, desembocan en los altos Andes, lo que frena las masas de aire.
La única fuente de agua en Atacama es el Río Loa que atraviesa el desierto. Se origina en lo alto de los Andes en las laderas del volcán Migno y atravesando el suelo polvoriento y rocoso, fluye a través del desierto de Este a Oeste hacia el Océano Pacífico, formando oasis a lo largo de la costa.
La falta de humedad ayuda a la preservación
No es de extrañar que el desierto más seco de nuestro mundo sea un área de conservación; ya que en su territorio los arqueólogos han descubierto momias bien conservadas de indios, cuya edad ha superado los nueve mil años.
Este aspecto de preservación se debe a que la ausencia de humedad hace que los organismos muertos no pasen por el proceso de descomposición; sino que se secan y permanecen sin cambios durante siglos.
¿Cómo sobrevivir en el desierto más seco del mundo?
Para sobrevivir en el desierto más seco del planeta, los chilenos aprendieron a beneficiarse de la niebla; el cual es un fenómeno común en Atacama debido a la proximidad del Océano Pacífico. Para recolectar agua, utilizan atrapadores de niebla, que son mallas tejidas con hilos de nailon.
La niebla se adhiere a las celdas, se condensa y en forma de gotas a lo largo de los hilos desciende al barril instalado debajo. Lo más interesante es que de un colector de niebla se puedan recolectar alrededor de 18 litros de agua en un día; por lo que es un sistema que ayuda a mantener la hidratación requerida en este seco ambiente.