El activista norteamericano Malcolm X fue asesinado ante su mujer e hijos en Nueva York.
El 21 de febrero de 1965 se encontraba en el Audubon Ballroom de Manhattan para hablar en una reunión organizada por la Unidad Afro-Americana.
De pronto, un alboroto entre la multitud alertó a los guardaespaldas del Malcolm, lo que aprovecharon tres hombres para dispararle, uno de ellos con una recortada en el pecho.
El líder político sería declarado muerto poco después al llegar al Centro Médico de la Universidad de Columbia.
Talmadge Hayer (Thomas Hagan), musulmán negro, fue detenido en el lugar de los hechos; mientras que los otros dos implicados oficialmente lograron escapar.
Todos ellos formaban parte de la secta ‘La Nación del Islam’, la cual había liderado y posteriormente abandonado el propio Malcolm X.
Finalmente, todos serían capturados y juzgados, aunque solo Hayer admitiría su participación en el crimen. Este último no salió de la cárcel hasta 2010, 45 años después de los hechos.