Sí. Así lo cuenta el blog ‘Historias de la Historia’ de la mano de Javier Sanz.
Tras acceder al poder gracias a un golpe de Estado ocurrido en la República de Benín en 1972, el militar Mathie Kérékou firmó varios acuerdos de cooperación con la URSS y otros países comunistas que le permitieron construir un campo de aviación en Porto Novo, capital del país.
El mismo facilitó utilizar los cinco aviones de combate ‘Mirage III’ que el ejército local le había capturado a Francia en los años 60 tras independizarse del país europeo. Pero todas las ilusiones del cuerpo áreo del país cayeron en saco roto por una terrible casualidad.
Y es que en 1987 un técnico de mantenimiento áreo, Mathieu Boya, decidió pasar el rato jugando al golf junto a la pista del campo de aviación. Tras lanzar una de las bolas, la misma golpeó a una gaviota que pasaba sobre allí, lo que la hizo desplomarse sobre la cabina abierta de uno de los Mirage que en esos momentos maniobraba sobre la pista.
Tras el golpe el ave intentó alzar el vuelo y comenzó a picotear al piloto, lo que hizo que éste perdiera el control de la nave y chocara contra las otras cuatro aeronaves, destruyéndolas por completo.
Tras el incidente parece que el animal logró sobrevivir, pero el causante involuntario, Mathieu Boya, dio con sus huesos en la cárcel después de no poder pagar los 40 millones de dólares en los que estaban valorados los cinco aviones.