Pregunta formulada por: Víctor Resines Molina (Sevilla) El »padre’ del psicoanálisis Sigmund Freud (1856-1939) fue uno de los grandes defensores de la cocaína como sustancia idónea para emplear como tratamiento para determinadas adicciones.
De hecho, el doctor empezó a estudiar sus efectos en 1884 como mecanismo para paliar la adicción a la morfina que tenía su mejor amigo Ernst Fleisch-Marxow, después de que éste se hubiera lesionado en el pulgar mientras diseccionaba un cadáver.
El incidente provocó que incluso llegara a utilizarse como sujeto de prueba, por lo que se convirtió en un adicto a la droga.
Mientras su amigo caía totalmente en las redes de la cocaína y fallecía solo siete años más tarde, el propio Freud fue un adicto durante 12 largos años en los que consumía para paliar sus dolores físicos y sus preocupaciones mentales.
De hecho, el austríaco pensaba que esta sustancia le permitía liberar recuerdos y experiencias encerrados en su cerebro. Pero logró acabar con todo ello en 1896, cuando afirmó haber dejado de consumirla.
Lo cual no evitó que durante el resto de sus días siguiera considerando la cocaína como una sustancia benigna, muy alejada de la imagen real de peligrosa droga que tiene hoy en día.