La expresión «mirar a las musarañas» significa, según la ‘RAE’, «andar distraído».
Pero, ¿por qué se nombra a este animal y no a otro, como por ejemplo los pájaros o los perros?
Pues bien, según el libro ‘El por qué de los dichos‘ de José María Iribarren (1996), esta frase hecha podría tener su origen en la obra de Francisco de Quevedo ‘Cuento de cuentos’, donde habla de «contemplar las musarañas».
Y es que parece el genial literato madrileño utilizo este pequeño roedor como ejemplo porque es un animal que suele ocultarse debajo de la tierra, por lo que no suele afectar demasiado a la vida de las personas y se considera que tiene poco valor.
De ahí que se utilice como ejemplo para, metafóricamente, describir el comportamiento de alguien que no está haciendo nada.
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