Corría el año 2006, y Andrea Pirlo acababa de proclamarse campeón del mundo con Italia. Pero le quedaba un sueño por cumplir…
«Yo era jugador del Real Madrid en mi cabeza, en mi corazón y en mi alma. Tenía un contrato de cinco años esperándome allí y un salario que no era de este mundo», aseguraen su biografía «Pienso, luego juego» uno de los mejores y más elegantes centrocampistas de la historia, Andrea Pirlo.
Sin embargo,Adriano Galliani, presidente delAC Milan, no contempló la opción de que Pirlo dejara el club rossonero.
«Andrea, amigo, no vas a ninguna parte. No te vas, porque vas a firmar esto. Es por cinco años y hemos dejado los detalles del salario en blanco para que pongas lo que quieras», le espetó el presidente del Milán.