El Centro Español de Historia y Estadística del Fútbol (CIHEFE) le eligió comoel mejor jugador de la historia de la Liga española…
Se trata del segundo máximo goleador histórico del Real Madrid con 323 goles; por delante del mítico Don Afredo Di Stéfano y sólo superado por las cifras inigualables de Cristiano Ronaldo.
También era el máximo goleador histórico del Real Madrid en Liga y en la Champions League, hasta que llegó Cristiano. Se trata del eterno capitán, una leyenda viva del equipo madridista, su nombre es Raúl González.
Durante las 16 temporadas que Raúl jugó en el primer equipo del Real Madrid disputó 741 partidos que le convierten en el jugador con más partidos en la historia del club.
Iker Casillas (725) y Sanchís (708) ocupan la segunda y tercera posición respectivamente. Raúl se ganó un lugar preferencial como uno de los futbolistas más importantes de la historia del Real Madrid.
El debut de Raúl en La Romareda
El 29 de octubre de 1994 elargentinoJorge Valdano, entrenador por aquel entonces del primer equipo delReal Madrid Club de Fútbol, le convocó por primera vez para un partido delCampeonato de Liga.
“Raúl, sólo 17 años, pero sobrado de talento, mostró un amplio repertorio que le convertirá en figura del fútbol. En los peores momentos de su equipo fue capaz de fabricar dos situaciones de mano a mano con Cedrún. Mostró ingenio, capacidad para el desmarque y maestría, sobre todo en la primera, en la que desbordó con habilidad al portero. Sólo falló con el estoque. En ambas ocasiones envió el balón fuera”, escribió sobre su debut un periodista del diario El Mundo.
“Lo hizo todo bien en La Romareda, solo le faltó el gol, pero era un chaval que tenía mucho desparpajo, se movía muy bien tanto con el balón como sin él y rompía por velocidad. Recuerdo que nos creó muchos problemas por su movilidad y porque era rapidísimo. Parecía un veterano por como se movía y como leía el partido. Se le veía que prometía como muchos otros chicos que no han llegado, pero Raúl estaba un paso por delante en ese sentido. Se notaba que tenía un gran futuro porque debutando, y más fuera de casa marcaba las diferencias. Ganamos 3-2 con un gol de Poyet a poco del final. Raúl tuvo muchas ocasiones, pero las falló todas. Dio igual, a pesar de eso enseguida nos dimos cuenta de la clase de jugador que era. Nos volvió locos. No paraba de correr, tiraba diagonales, buscaba la espalda de los centrales y se movía con una rapidez tremenda. Nos dio el partido el tío. Cuando acabó el encuentro y entramos en el vestuario el único comentario que hacíamos entre nosotros no era sobre el partido ganado, sino la talla y categoría del chaval. ¿Qué si le vi nervioso? ¿Está de coña? Los que estábamos nerviosos éramos nosotros y a mí me tenía absolutamente atacado. Menos mal que me salió un buen partido, a mí y a todos. El encuentro fue excelente, de ataques de unos y otros, sin freno ni pausa. El único que parecía frío como el mármol era el chaval. Le tuve que sacar dos o tres mano a mano y otra vez que me regateó el balón se le quedó en su pierna mala y lo envió al larguero. Fue una auténtica pesadilla para nosotros.”, declaró sobre el debut de Raúl Andoni Cedrún, portero del Zaragoza por aquel entonces.