Los NFT son un fenómeno relativamente nuevo, pero cada vez son más populares. Según el tipo de NFT, pueden estar al alcance de todos. Además, su tecnología permite seguir el objeto desde su creación hasta su propietario actual.
Entre los NTF más mencionados podríamos encontrar el primer tuit de la plataforma Twitter que fue vendido por un valor de 2.9 millones de dólares; o el “Everydays: The First 5000 Days” que fue vendido por el artista Mike Winkelmann por 69 millones de dólares.
¿Qué es un NFT?
La abreviatura NFT significa ‘Not Fungible Token’ o tokens no fungibles. Se trata de objetos virtuales, intangibles, pero que tienen un código que los hace inigualables, por lo tanto son únicos e irrepetibles.
Para entender los tokens, es necesario comprender en qué entorno existen, en este caso lo hacen en la cadena de bloques (blockchain).
En pocas palabras, una cadena de bloques es una base de datos que se almacena simultáneamente en una gran cantidad de equipos (PC, laptops, móviles). En el modelo tradicional de Internet, todos los dispositivos están conectados a nodos centralizados (en forma de servidores o proveedores de Internet), mientras que la cadena de bloques funciona de manera diferente. No se usa ningún nodo central. En su sistema, todos los dispositivos almacenan simultáneamente toda la información publicada en la cadena de bloques.
Una característica distintiva de la mayoría de los tokens es el ‘principio de fungibilidad’. Se puede comprar con cualquier tipo de moneda, y al mismo tiempo luego se podrá cambiar por otras.
Sin embargo, está claro que no todos los activos digitales son fungibles. La imagen de Pablo Picasso no es idéntica a la obra de Claude Monet, y el archivo mp3 con la canción de ‘The Beatles’ difícilmente puede ser reemplazado por una grabación. Por lo tanto, para poder transferir artículos únicos a la cadena de bloques, se creó el formato de tokens no fungibles.
Cada NFT es único y existe en una sola copia, no se puede dividir, y toda la información sobre su autor, comprador y todas las transacciones con él se almacena de forma segura en la cadena de bloques. En otras palabras, un NFT es un certificado digital adjunto a un objeto único.
¿Qué se puede vender en forma de NFT?
De hecho, cualquier cosa: música, imágenes, texto, videos, modelos 3D… es decir, cualquier producto digital que pretenda ser único.
Por ejemplo, los coleccionistas de NFT buscan artículos únicos, los jugadores desean objetos virtuales que les den una apariencia única o que los ayude a mejorar sus habilidades dentro de un juego; y los amantes de las figuras y el arte buscan piezas hermosas que expresen un sentimiento magnífico.
El récord es la venta de la pintura «Everydays: The First 5000 Days» del artista Mike Winkelmann (conocido como Beeple). Un archivo JPG que consta de todas las imágenes que el artista pintó todos los días durante cinco mil días, la cual se vendió por 69,3 millones de dólares (unos 65,8 millones de euros).
Los tokens no fungibles son de interés no solo para los artistas, sino también para los principales medios de comunicación. Por ejemplo, La revista Times puso a la venta tres de sus portadas, incluida la icónica «¿Está muerto Dios?»; y ‘The New York Times’ vendió su columna con el revelador título «¡Compré esta columna en la cadena de bloques!».
Compré un NFT ¿Tengo todos los derechos sobre él ahora?
Probablemente no. Esta es la razón principal de las críticas al nuevo tipo de tokens, después de todo, poseer un NFT no garantiza todos los derechos sobre este elemento.
Tomemos por ejemplo el simple video viral de Nyan Cat, que es una animación de un gato volando por el cielo, dejando un rastro de arcoíris detrás de él. Por un NFT con un gato animado, el comprador pagó a su creador 580.000 dólares (cerca de 550mil euros).
Sin embargo, aún puedes ver este video en YouTube, descargarlo en tu teléfono inteligente o tomar una captura de pantalla y utilizarlo como protector de pantalla en tu escritorio, sin temer que el propietario del NFT exija que debes pagar por él.