Ayer, el Camp Nou contemplaba con impotencia como su equipo perdía en casa con el Eibar y como el Real Madrid tenía la Liga en el bolsillo con el gol de Cristiano Ronaldo al Málaga en los primeros minutos.
Fue entonces, durante la primera mitad, cuando desde la patética Grada d’Animació del FC Barcelona se entonó un cántico vejatorio y vergonzoso dirigido a La Rosaleda y al entrenador del Málaga: «Míchel, Míchel maricón…» Una demostración más de la falta de valores de la afición culé. Hay que saber perder, así que felicitad al campeón, el Real Madrid.