Muchas personas que van a gimnasio suelen tomarse selfies y eso no es nada malo, al contrario. Las sesiones de fotos deportivas, especialmente las profesionales, no son solo un pasatiempo agradable. Ya que cuando hemos logrando ciertos resultados, queremos que otros los aprecien.
¿Qué nos aportan las sesiones de fotos deportivas?
Reforzar nuestra propia motivación.
El atractivo externo es una de las principales razones por las que las personas practican deportes o fitness. Con la ayuda de bellas imágenes, elevamos nuestra autoestima, nos demostramos a nosotros mismos que nuestros esfuerzos dan resultados y debemos seguir entrenando.
Motivar a otros
Si al menos una persona puede hacer algo de manera efectiva, entonces los demás también pueden aprenderlo. Nuestros éxitos pueden inspirar a otros. Y estaremos encantados de dar ejemplo, y beneficiaremos a otros. En cualquier caso, esto nos ilustra como individuos decididos.
Creamos una imagen
Existe tal «efecto de halo»: una persona que tiene éxito en un área, la gente tiende a considerarla exitosa en otras. Esto puede jugar a favor, por ejemplo, en el empleo. El éxito en los deportes puede inclinar las posibilidades a nuestro favor.
Compartir emociones positivas
A veces, una sesión de fotos puede centrarse en algunos momentos divertidos, por ejemplo, en una tez demasiado delgada o demasiado rellena. De esta forma, podemos provocar muchas emociones positivas en nosotros mismos y en nuestros suscriptores.
Visualiza metas
Con la ayuda de una luz bien expuesta, buenos ángulos y poses, un fotógrafo habilidoso puede “estirar” nuestras piernas, hacer que nuestros cuerpos sean más esbeltos y nuestros ojos más seguros. Tales imágenes pueden ser faros para nosotros de lo que podemos llegar a ser en el curso del entrenamiento sistemático. Este efecto también refuerza nuestra motivación, pero no a través de una demostración de lo que ya hemos sido capaces de hacer, sino a través de una imagen que podemos lograr.