Los culés, pobres ilusos, ya estaban celebrando el liderato cuando aparecieron Gareth Bale, Cristiano Ronaldo y Álvaro Morata para mantener al Real Madrid en el lugar que le corresponde, el primer puesto, y para conseguir otra remontada de ensueño.
El FC Barcelona se colocó como líder provisional tras finalizar el encuentro en el Calderón, pero los culés tuvieron que ver por televisión como el Real Madrid remontaba un 2 a 0 en contra en el nuevo Estadio de la Cerámica en un partido épico que bien puede valer un campeonato.
Así pues, el Barça apenas fue líder provisional durante cuatro horas, el tiempo que tardó el Real Madrid en dar una nueva lección de actitud, amor propio y capacidad ofensiva.
Victorias como las del Real Madrid en su visita al Villarreal representan, además de los tres puntos, un importante estímulo positivo en la plantilla del mejor equipo del mundo.
Una vez más, los aficionados del Barça tienen que resignarse y ver como el Real Madrid les pasa la mano por la cara.
La grandeza y el espíritu de los blancos están fuera de toda duda.