El gol más rápido del que se tiene constancia en un partido profesional es el marcado el 26 de diciembre de 1998 por el uruguayo Ricardo Oliveira.
El jugador anotó a los 2,08 segundos de comenzar el partido entre las selecciones locales de Río Negro y Soriano Interior.
El mismo figura como tal en el libro Guinness de los Récords, aunque en septiembre de 2012 el joven jugador Vuk Bakic también saltó a la fama por anotar un tanto a los 2 segundos en un partido de categorías inferiores de la Liga de Serbia.