Hoy en día el centrocampista del mundo es el Balón de Oro, el mejor jugador del mundo, pero el camino de Luka Modric hasta lo más alto del fútbol mundial no ha sido ni mucho menos un camino de rosas…
«¿Conoces a Luka Modric, ¿verdad? Bueno, él solía jugar a fútbol regateando minas terrestres. Como él, no tenemos miedo», explicaba un aficionado croata durante el Mundial de Rusia 2018 haciendo referencia al conflicto que marcó la infancia de Modric y tantos otros niños croatas a comienzos de los años 90.
Luka Modric es uno de los «niños de la guerra», y al mismo tiempo, un futbolista que ha marcado una de las épocas más gloriosas del Real Madrid y la mejor clasificación histórica de la selección de Croacia en un Mundial con el subcampeonato logrado en Rusia.
Modric, al igual que la mayoría de sus compañeros de selección, sufrió la sangrienta reacción de las fuerzas yugoslavas, con predominio serbio, a las declaracionesunilaterales de independencia de Eslovenia y Croacia. Era 1991, y Luka tenía 6 años.
La familia de Modric se vio obligada a dejar su casa y a vivir como refugiados dentro de su propio país a causa de la violencia. Otros, como fue el caso de Ivan Rakitic, pudieron abandonar el país y huir al exilio en el extranjero.
«Fue difícil de niño entender lo que estaba pasando en los Balcanes» escribió en una ocasión Modric en The Player’s Tribune. «Mis padres nunca hablaron con mi hermano o conmigo sobre la guerra ya que ellos perdieron a mucha gente que amaban. Nosotros tuvimos suerte», confesó el centrocampista del Real Madrid.
Mandzukic (Alemania) y Rakitic (Suiza) pudieron abandonar el país y alejarse de las bombas, pero Modric no tuvo elección, y se quedó en su Croacia. En realidad no regateó minas terrestres como si fueran rivales, pero sí tenía que esperar a que cesasen los bombardeos serbios para poder salir a la calle.
Las milicias serbias incendiaron su casa, y «cuando tenía 6 años mataron de un disparo a su abuelo. Su familia fue refugiada en una zona de guerra, creció con el sonido de las granadas explotando, los entrenadores decían que era muy débil para jugar fútbol,y hoy Modric ha liderado a su país hasta la final de un Mundial«, explica emocionado un aficionado croata.
«Solo tenía seis años y esos eran momentos verdaderamente difíciles. Los recuerdo muy bien, pero no es algo en lo que quieres pensar», explicó Modric en 2008.«La guerra me hizo más fuerte. No quisiera tener eso en mi para siempre, pero tampoco quiero olvidarlo», añadió Luka Modricsobrela guerra que sufrió en primera persona cuando era niño, un tema del que, como es lógico, ha hablado en muy pocas ocasiones.