¿Cómo empezar a correr sin mayor esfuerzo?

Después de una temporada llena de excesos y “gustos” alimenticios, es normal que desees perder los kilos demás que has ganado.

Y sin duda alguna que uno de los ejercicios ideales para ayudarte a perder peso es correr. Pero cuando no estás habituado a este tipo de actividad física, es probable que sientas demasiado agotamiento, y pienses que éste no es el ejercicio indicado para ti.

Sin embargo, existen métodos que puedes aplicar para lograr que tu cuerpo se adecúe progresivamente a correr, sin tener demasiado agotamiento físico. Así que si deseas empezar a correr, debes poner en práctica los siguientes consejos para evitar que tu cuerpo colapse durante las primeras semanas de ejercicio.

Estiramiento

Es importante preparar el cuerpo ante cualquier actividad física que se vaya a realizar. Así que sin importar si eres un novato o todo un experimentado corredor, deberás dedicar unos minutos a realizar estiramiento muscular.

De esta manera el cuerpo estará mejor preparado para realizar deportes de impacto, a la vez que evitarás lesiones futuras.

Calentamiento

Antes de empezar a correr, es importante que empieces por realizar una breve caminata de unos 15 minutos, con la finalidad de que tu cuerpo empiece a adaptarse a la actividad física. Esto es especialmente importante cuando estás iniciándote como corredor, ya que los músculos no están acostumbrados a este ejercicio.

Incluso, el primer día puedes dedicarlo solo a realizar pequeñas caminatas que varíen en intensidad, al punto que sean tolerables para tu cuerpo. Lo importante es mantener un ritmo que te permita activar los músculos.

Correr en intervalos pequeños

Cuando recién te inicias en la actividad de correr, es indispensable que empieces por una rutina suave e ir incrementando de a poco la exigencia día tras día. Una técnica muy acertada es caminar rápidamente por periodos de 5 minutos, y posteriormente correr por un minuto. Deberás repetir este procedimiento durante 30 minutos o 1 hora a lo largo de la primera semana. (Valium)

Si sientes que este intervalo aún es muy agotador para ti, puedes realizar la práctica en intervalos de 10 minutos de caminata y 1 de correr. Todo va a depender de qué tan inactivo hayas estado últimamente.

En la segunda semana, podrás aumentar progresivamente el lapso de tiempo de correr, e ir disminuyendo el tiempo de caminata. Así tus músculos no sufrirán un gran impacto, y poco a poco se irán adaptando a la rutina.

Prepara tus músculos para la próxima jornada

Al finalizar la jornada de entrenamiento, es importante volver a realizar estiramientos, para que los músculos se relajen y se puedan evitar las tensiones o dolores que suelen aparecer después de correr.

Con estos pequeños consejos, podrás empezar a correr sin mayor esfuerzo, hasta que te habitúes a la actividad física, y podrás dedicarte a correr de manera continua.

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