El poseedor del récord de mayor tiempo sin dormir es Randy Gardner. Su récord es de 11 días y 25 minutos. Varios somnólogos dicen que este experimento no puede llamarse 100% real, porque en ese momento nadie estaba realizando el control de la investigación en paralelo con su experimento.
Por lo tanto, es posible que, después de todo, haya tenido algunos episodios de microsueños o un descanso breve que dura varios segundos.
¿Por qué es importante dormir?
Cuando dormimos lo suficiente, nos sentimos muy bien, y es por una buena razón. Según los somnólogo, durante el sueño ocurren procesos importantes:
Restauración y descanso de todo el organismo.
Trabajo de inmunidad, producción de anticuerpos.
Formación de la memoria.
Desarrollo cognitivo (percepción, memoria y lógica).
Desarrollo de resistencia al estrés.
Acumulación de energía.
¿Cómo afecta la falta de sueño a la productividad y al entrenamiento?
Los científicos dicen que 36 horas sin dormir no dañarán mucho el cuerpo: la actividad física y mental será normal. Esto lo practican a menudo, por ejemplo, los estudiantes durante una sesión. Expertos de la Universidad de California creen que las consecuencias aparecerán al séptimo día sin dormir.
24 horas sin dormir
Conllevan fatiga, cambios de humor, problemas de coordinación y memoria, somnolencia, irritabilidad, disminución de la concentración, aumento de las hormonas del estrés (cortisol, adrenalina) y niveles de azúcar en la sangre.
48 horas sin dormir
Después de dos días, las capacidades cognitivas se deterioran, aparece fatiga severa, disminuye la vigilancia y se altera el juicio. Una persona comienza a dormir mientras está despierta y ni siquiera se da cuenta. Esta condición se llama microsueño y puede durar varios segundos.
72 horas sin dormir
Si permanece despierto durante tres días, los síntomas de la falta de sueño se intensifican: el estado de ánimo se vuelve más inestable, las capacidades cognitivas se deterioran aún más, y esto es lo mejor. En el peor de los casos, aparece la paranoia, aparece un estado de ánimo deprimido y dificultades en la comunicación. En 2015, dos astronautas que no habían dormido durante tres días se enfrentaron a consecuencias similares.
