Averigua qué hay detrás de esta sensación de apetito.
Nos ha pasado a todos. Te despiertas a media noche y, sin saber porqué, tienes un deseo imparable de comer.
Los últimos estudios demuestran que dormir mal está estrechamente relacionado con el sobrepeso.
Esto se debe a que la privación de sueño aumenta los niveles de grelina y cortisol y descienden los de leptina, hormonas encargadas de regular el apetito.
Se trata de una ‘estrategia’ del organismo heredada de antiguo con el objetivo de almacenar grasa durante el verano, pero que ahora se convierte en un peligro.
Y es que, al dormir menos, el cuerpo interpreta que ha que empezar a almacenar grasa para el invierno, de ahí que modifique su equilibrio natural de hormonas e incite a comer.