Entre las miles de combinaciones en las que pueden distribuirse, dio con una prácticamente perfecta.
A finales del siglo XIX, Brian Gamlin, un carpintero del condado de Lancashire, en Inglaterra, ideó la distribución de los números de las dianas para dardos que aún se utiliza hoy.
Entre las miles de combinaciones en las que pueden distribuirse, dio con una prácticamente perfecta para evitar los «tiros de suerte». Gamlin lo consiguió colocando números pequeños a ambos lados de los grandes.
Por ejemplo, el 20 está flanqueado por el 1 a la derecha y el 5 a la izquierda.