Todos nuestros fluidos corporales contienen algo de sal, ya que ésta es necesaria para conducir la electricidad y, en consecuencia, ayudar a generar la contracción muscular y la función cerebral.
La cantidad de sal en los fluidos corporales (como las lágrimas, el sudor y la saliva) es aproximadamente la misma que la cantidad de sal en la sangre: poco menos del 1 %, o lo que es equivalente a dos cucharaditas de sal por litro.
Sin embargo, no todas las lágrimas son realmente saladas, algunas de ellas son amargas y otras insípidas e incluso dulces. Depende de qué tipo de lágrimas segreguen tus ojos, o más precisamente, la glándula lagrimal.
Composición de las lágrimas
Las lágrimas son 99% agua, y todo lo demás son sustancias inorgánicas, entre las que se encuentra el cloruro de sodio, más conocido por nosotros como sal de mesa. Según los investigadores, este componente es el que les da a las lágrimas un sabor salado.
A pesar de que las lágrimas son saladas, esta sal no irrita a los ojos, porque su concentración es muy baja.
Tipos de lágrimas
En total, la glándula lagrimal puede producir tres tipos diferentes de lágrimas, todas ellas de diferente composición:
- Basal: Mantienen los ojos húmedos y resisten los microbios.
- Reflejo: Estas lágrimas se forman cuando los ojos necesitan sacar algún objeto extraño, como un grano de arena o una pestaña.
- Emocional: Aquí todo es sencillo, son lágrimas que brotan de la tristeza o la alegría.
Una vez, la fotógrafa profesional estadounidense Rosa-Lynn Fisher, decidió examinar las lágrimas bajo un microscopio. Para ello, tomó toda una serie de fotografías, a las que llamó » Tear Topology «. Imagina la sorpresa de la fotógrafa cuando examinó docenas de lágrimas de esta manera y todas eran diferentes e incluso parecían otras imágenes.
El hecho es que, dependiendo de la situación, la composición de las lágrimas puede cambiar, informó en 1985el psiquiatra William Frey en su libro. Como parte de su estudio, comparó la concentración de sustancias en dos tipos de lágrimas: las que aparecían en las personas mientras veían una película triste y las que surgían como reacción a las cebollas picadas.
¿Por qué las lágrimas saben saladas?
Como se mencionó previamente, el sabor proviene del cloruro de sodio, sin embargo, la concentración puede variar según los procesos metabólicos del cuerpo.
Los endocrinólogos creen que las lágrimas más saladas provienen de personas que lloran por autocompasión. En este momento, la glándula tiroides y las glándulas suprarrenales se activan, la frecuencia cardíaca aumenta, y la persona parece estar experimentando un esfuerzo físico.
Pero las lágrimas de los niños o las lágrimas de alegría tienen una composición diferente: en ellas la concentración de sal es mucho menor, por lo que son, por así decirlo, más limpias.
En este caso, la glándula tiroides está casi en calma y la corteza cerebral, las glándulas suprarrenales y el corazón se activan, por lo que las lágrimas se vuelven bastante insípidas o incluso dulces.
