Uno de los accidentes de cocina que se presentan con frecuencia en estas temporadas de celebración suelen ser aquellos ocasionados por intentar freír productos cárnicos congelados.
Especialmente ocurren en las tradicionales cenas de Acción de Gracias, donde se generan múltiples accidentes con pavos congelados que explotan al intentar ser freídos.
Esta acción es sumamente peligrosa, por lo tanto es importante enfatizar en que no se debe introducir ningún alimento congelado en aceite hirviendo, pues esto dará origen a una explosión que puede causar severas heridas e incluso podría ser mortal.
Este tipo de explosiones se dan como resultado del movimiento de las células de cada sustancia y la densidad de las mismas.
Comportamiento de la densidad del agua
Por naturaleza, el agua es mucho más densa que el aceite, puesto que tiene una mayor cantidad de moléculas, y éstas están menos dispersas que las moléculas que conforman el aceite. Es por ello que el aceite flota sobre el agua.
Pero adicionalmente, al cambiar de estado el agua también modifica su densidad, por lo que un cubo de hielo llega a ser menos denso que el agua en estado líquido, permitiendo que éste flote.
Por su parte, al convertirse a estado gaseoso, el vapor puede llegar a ocupar un área de unas 1.700 veces mayor al volumen que requieren la misma cantidad de moléculas al ser depositadas en un recipiente.
Cuando se pone a hervir el aceite, éste alcanza unas temperaturas de más de 3 veces el punto de ebullición del agua, por lo que al introducir un elemento congelado, especialmente carnes, se produce rápidamente un cambio de estado en el agua que al estar acumulada en forma de hielo se convierte en vapor y busca la manera de subir a la superficie.
Esta cantidad de gases acumulados genera un cambio de densidad, que además se ve potenciado por la fuerza y el incremento del volumen de vapor de agua, lo que genera una explosión, provocando que las gotas de aceite hirviendo salgan suspendidas en el aire.
Pero adicionalmente, si estas partículas de aceite entran en contacto con el fuego, se puede incrementar la potencia destructiva de la explosión, que será muy potente y peligrosa.
Es por ello que es necesario descongelar por completo las carnes que se desean freír, antes de sumergirlas en cualquier recipiente con aceite hirviendo. De esta manera se logra retirar la mayor cantidad de agua que sea posible, y así se evitan estos accidentes catastróficos.