Sí. Tal y como cuenta el portal ‘Historias de la Historia’, el municipio granadino de Huéscar le declaró la guerra a Dinamarca en 1809, en un ‘conflicto’ que se prolongó durante 172 años, hasta que en 1981 se firmó la paz.
Aunque, eso sí, no hubo ni disparos, ni heridos ni muertos. Su origen estuvo en la invasión francesa a España en 1808.
Por entonces España era aliada de Francia y enemiga de Inglaterra, pero los sucesos obligaron a firmar la paz con Inglaterra.
Mientras tanto, Dinamarca era aliada del país galo, por lo que por entonces había en el país un destacamento de soldados españoles para ayudar a esta nación en su conflicto militar con Suecia.
Pero el cambio de alianzas propició que un total de 5.000 militares españoles quedaran presos en manos de franceses y daneses.
A consecuencia de ello, el 11 de noviembre de 1809 un emisario militar español llegó a Huéscar con una Real Orden establecida por las Cortes en nombre del rey Fernando VII, quien acababa de ser desterrado por Napoleón.
En la misma se instaba romper toda relación diplomática con Dinamarca, de forma que el Ayuntamiento de esta localidad acordó en pleno declarar la Guerra al país escandinavo mediante un bando.
Posteriormente, en 1814 se llegó a un armisticio que acabó con las tropas galas fuera de España, pero en Huéscar nadie cesó oficialmente su guerra.
Los años fueron pasando hasta que el 7 de julio de 1981 este pueblo firmó un simbólico tratado de paz en el pleno del Ayuntamiento con la presencia del embajador danés en España, Mogens Wandel-Petersen, y el alcalde de Huéscar, José Pablo Serrano.
De esta forma se ponía punto y final a esta curiosa guerra, aunque la realidad es que Dinamarca en ningún momento tuvo constancia de tener unos ‘enemigos’ en una pequeña localidad del sur de Europa.