Sí, aunque que no cunda el pánico, porque los tiburones no comparten el agua con la clientela. Se trata del hotel Golden Nugget de Las Vegas (EE.UU).
Desde hace unos años este recinto cuenta con un sorprendente reclamo: un tanque de cristal con más de 700.000 litros de agua y una cascada de 10 metros de altura situados a escasos metros de la piscina climatizada del hotel.
Así, las personas que así lo desean pueden darse un chapuzón mientras ven cómo los tiburones nadan al lado suyo, lo que crea una sensación bastante inquietante.
De hecho, las instalaciones incluyen un sorprendente tobogán interno que permite que cualquiera pueda deslizarse como si estuviera dentro del tanque de los tiburones, por lo que la inmersión puede ser aún mayor.
Sin duda, toda una experiencia única en el mundo que, paradójicamente, puede disfrutarse en pleno desierto de Nevada.