Algunos creen que en cuando se sigue una rutina disciplinaria es más agradable romperla, que vivir sin reglas y hacer las mismas acciones. Por ejemplo, si sigues alguna dieta, experimentas un placer especial cuando decides comer comida rápida, pero si no lo haces es un día más. (canadianpharmacy365.net)
¿Cómo puede ser peligrosa la disciplina?
Aquellos que están acostumbrados a la disciplina a veces convierten esta cualidad en un problema. Sin duda, el orden de la vida es bueno, pero hay que saber animarse y darse un respiro periódicamente. Si vive de acuerdo con un plan estrictamente planificado, motivándose agresivamente y sin relajarse en absoluto, con el tiempo se encontrará con un déficit de energía. Por lo tanto, a veces es necesario poder olvidarse brevemente de la disciplina para restablecer el equilibrio energético.
Si te limitas en la alimentación, necesitas recursos mentales y energéticos para mantener el equilibrio. Aquellos que limitan sus necesidades crean un déficit dentro de sí mismos.
¿Cuándo puede ser útil seguir una rutina disciplinaria?
A pesar de todas las dificultades, la disciplina hace que la vida sea más brillante. Aquellos que se limitan en algo, gradualmente se acostumbran psicológicamente, abandonan los malos hábitos. Y por eso es doblemente agradable romper las reglas de vez en cuando. Si eres disciplinado financieramente y no compras con demasiada frecuencia, el placer de las compras impulsivas aumenta exponencialmente.
Es muy importante darse holgura periódicamente, permitirse hacer algo que normalmente no puede permitirse debido a ciertos motivos internos. Esto mejora el trasfondo emocional general, da un impulso de energía y motivación para apegarse al plan en el futuro.
Además, se necesita disciplina para sentir tus límites. Psicológicamente, nos acostumbramos a la forma de vida establecida y dejamos de ir más allá. Esto nos permite comprender nuestras propias necesidades y analizarlas, satisfacerlas en la medida adecuada y ampliar el abanico de nuestras propias elecciones.