Se trata del juego de cartas más usado en ordenadores o móviles. Además, es muy frecuente disputarlo online. Incluso, abundan los casinos digitales donde se permite el blackjack por dinero real. Vale decirse que, en tales escenarios virtuales, las reglas de este juego se mantienen. Siempre se juega contra un croupier. Hay que llegar a sumar 21 con las cartas. Gana el que más cerca queda de ese dígito, o lo acierta. También; sucede que, si la suma de las cartas sobrepasa el veintiuno, entonces se pierde la mano.
Lo cierto es que este entretenimiento con barajas se ha mantenido a flote durante siglos. Ha gozado de la predilección del público desde que se disputaba en mesas de garitos, luego pasando al refinado mundo de los casinos. Finalmente, lo tenemos en ordenadores e Internet. No cabe duda que el blackjack ha pasado por disímiles escenarios hasta nuestros tiempos.
Tal vez, sería interesante responder el siguiente interrogante: ¿cuáles son los orígenes del blackjack? No hay una fecha, o momento claro, para identificar su inicio. Las indagaciones sugieren que en el siglo XIII ya había entretenimientos con cartas similares al blackjack. Además, las pintas usadas en las barajas de este juego son las mismas que las cartas del Tarot. Este sistema de cartomancia aparece en el periodo medieval, por lo que se infiere que el blackjack es también originario de la etapa postrera de la Edad Media.
Entre los datos curiosos sobre el blackjack tenemos que la referencia más antigua donde se le menciona, es una obra literaria. Nos referimos a la novela breve titulada “Rinconete y Cordatillo”, la cual es editada en 1613 por el muy conocido Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616). En este texto se relatan las peripecias de varios personajes, quienes se entretienen con una competencia de naipes llamada “La Veintiuna”; que es, prácticamente, lo mismo que el actual blackjack.
¿Cómo ha sido la evolución de este juego?
Se pueden inferir tres etapas, a grosso modo. Cada uno de estos periodos responde a circunstancias históricas diferentes. Veamos esto de manera sucinta:
• Primero: el blackjack es un esparcimiento colectivo. Se jugaba en una versión de “todos contra todos”. Es decir, no estaba el rol del croupier. Las cartas se repartían entre los participantes ¿Quién ganaba? Pues aquel que sumase 21 o estuviese más cerca (sin pasarse) de esa cantidad de puntos con sus cartas.
• Segundo: el blackjack se convierte en un juego de casinos. Por lo tanto, aparece la figura del croupier. Este es el jugador de la casa, el representante del casino. Los jugadores se acomodan en una mesa y todos apuestan contra el croupier. Es decir, los asistentes a una mesa de blackjack no juegan entre ellos, sino todos contra el repartidor-croupier.
• Tercero: este juego se torna popular en ordenadores, móviles y dispositivos similares. Se juega contra una máquina que tiene los algoritmos de probabilidades. Hay muchos juegos en línea con esta modalidad. Sin duda, es el juego de cartas más frecuente en estos escenarios.
Ocurre que, al jugar blackjack en una computadora o en red hay algunas consideraciones importantes. Lo primero responde a la pregunta: ¿qué se apuesta? Pues, lo habitual es comprar “fichas virtuales”, las cuales se pagan con dinero real. Tales fichas reciben varios nombres: “tokens”, “coins”, etc. En dado caso, suelen tener la misma numeración de las fichas de casinos: 5, 10, 20, 25, 50 y 100.
Los juegos en línea del blackjack pueden ser por puntos, o bien apostando dinero. Es un juego que ha coronado una increíble popularidad en los dispositivos móviles. Por ejemplo, en la Play Store de Android basta con buscar las opciones “Blackjack” o “Veintiuno” en la sección de juegos de cartas. De inmediato, se despliega una amplia lista de Apps que ofrecen este juego.
Se puede jugar solo: por el simple gusto de pasar el rato. Sucede que el blackjack es un juego de posibilidades. Los amantes de contar cartas, y hacer estimaciones de posibles jugadas, lo disfrutan mucho. No obstante, también hay salas online de juegos. Incluso, grupos que se reúnen a jugar entre sí. Esto último se hace con la modalidad tipo casino, la cual conlleva un repartidor-croupier.
El blackjack ha ganado mucha demanda en los casinos digitales. Resulta un entretenimiento sencillo, sin tantas complicaciones como el poker con toda su variedad de manos. Igualmente, tiene otra cualidad: es rápido. Una mano de blackjack se ejecuta en solo dos o tres minutos. De hecho, en una sola velada un jugador puede disputar hasta una treintena de partidas.
Todo lo anterior ha convertido al blackjack en el juego de cartas más popular en el mundo digital. No es de extrañar que muchas personas lo tengan descargado en su celular. Posiblemente, siga existiendo por muchos años más. Tal vez en nuevas modalidades tecnológicas que, por ahora, no podemos siquiera imaginar ¡Larga vida al blackjack!