Sí. Así lo indicó un estudio realizado a principios de los 90 por los científicos estadounidenses Diane F.Halpern y Stanley Coren.
Según el mismo, la vida media de los diestros es de 75 años, mientras que en el caso de los zurdos no suele pasar de los 66.
Además, la diferencia se incrementa en el caso de los hombres, pues los varones diestros suelen vivir 10 años más que los zurdos, mientras que en el caso de las mujeres la diferencia es de solo 5 años.
¿La posible explicación a ello?
Pues que el mundo está hecho para los diestros, pues este estudio también revela que los zurdos tienen casi 6 veces más posibilidades de morir que los diestros en accidentes de circulación o laborales.
Además, también tienen mayor tendencia a tenter problemas neurológicos o inmunológicos.
Sin embargo, este fenómeno también se puede explicar en base a unos argumentos menos fatalistas: y es que, que haya menos ancianos zurdos que jóvenes zurdos también se debe a la tendencia de intentar corregir estos hábitos.
No en vano, muchas personas que nacieron zurdas se han acabado acostumbrando a usar la diestra por las convenciones sociales; de forma que no mueren siendo siendo zurdas y, por tanto, no engrosan estas estadísticas.