Increíble pero cierto. En el estado de Virginia (Estados Unidos) se subastó una moneda de cinco centavos de 1913 (un níquel) por un valor de 3.1 millones de dólares. El precio de partida era de 2.5 millones pero la subasta se fue hasta los 3.1 millones debido a su origen desconocido. Y es que se dice que fue acuñada de manera ilegal, y encontrada posteriormente en un accidente de tráfico y presuntamente falsificada.