En efecto. Varios estudios han constatado que la actividad artística puede suponer un cambio de actitud en personas enfermas que contribuya de manera positiva a su curación.
Se han descrito casos en patologías mentales, trastornos psiquiátricos, o incluso como ayuda para llevar mejor el tratamiento de Alzheimer o cáncer.
El efecto beneficioso se logra no al contemplar obras artísticas ajenas, sino al crear las propias, independientemente del resultado, ya que lo importante es el proceso.
La arteterapia se usa desde hace más de 50 años en el Reino Unido y Estados Unidos, teniendo incluso reconocimiento universitario.