Por ejemplo, cada uno de estos vehículos cuenta con más de 90 m2 de tapicería de cuero que es cortada y cosida manualmente en la fábrica.
Desde su primera aparición en 1904, las limusinas ‘Rolls-Royce‘ se han granjeado una merecida fama como unos de los vehículos más fiables y lujosos del mundo.
También denominados ‘Phantom’ en su varios de sus modelos, estos coches se fabrican de forma exclusiva en la localidad británica de Goodwood (Inglaterra) y precisan de una media de 450 horas (unos 18 días) de trabajo para estar completamente a punto.
Esto se debe al gran trabajo artesanal que exigen, ya que su elaboración precisa la participación de cientos de ingenieros, técnicos y ebanistas para tallar sus espectaculares maderas o coser las costuras, así como de especialistas en pintura y precisos mecánicos que puedan ensamblar paso a paso sus componentes.
Y es que, por ejemplo, cada uno de estos vehículos cuenta con más de 90 metros cuadrados de tapicería de cuero que es cortada y cosida manualmente en la fábrica.
Sin duda, un trabajo propio de una obra maestra cuyo precio en el mercado se suele situar entre los 245.000 y los 500.000 euros, dependiendo del modelo.