La joya más cara de toda la historia es un diamante de color rosa de 24 kilates.
La misma alcanzó un precio de 33 millones de euros en una subasta realizada por la casa ‘Sotheby’s’ en Ginebra en el año 2010.
El magnate joyero Laurence Graff fue quien se llevó el preciado objeto, al cual definió como «el diamante más fabuloso» que vio nunca.
La piedra está incrustada en un anillo de platino y, desde entonces, tiene el honor de ser la joya más deseada en todo el planeta.