Una de las imágenes más recordadas que Marilyn Monroe dejó en vida fue la escena en la película ‘La tentación vive arriba’ (1955) en la que, tras posarse sobre una rejilla de ventilación del metro de Nueva York.
Marilyn intentaba impedir que su vestido luciera dejara ver su escultural figura. Con el tiempo su imagen acabó por convertirse casi en un icono de su sensualidad, por lo que el vestido blanco que llevaba puesto en ese momento pasó a ser un preciado objeto de coleccionista.
De esta manera, en 2011 (56 años después) el mismo fue subastado en Beverly Hills (California, EE.UU) y alcanzó un precio de 5,6 millones de dólares (cerca de 4,1 millones de euros).
Con ello superó con mucho las estimaciones de la casa de subastas ‘Profiles in History’, quien había calculado un precio próximo a los 2 millones de dólares.
Su propietaria hasta entonces, la cantante, bailarina y actriz Debbie Reynolds decidió deshacerse del mismo al igual que de otros tres vestidos más de la rubia más famosa de la historia, aunque en este caso la puja ‘solamente’ se quedó en 2,7 millones de dólares (2 millones de euros).
Junto a ellos, la coleccionista también puso a la venta otros preciados objetos como las zapatillas de rubí de Judy Garland en ‘El Mago de Oz’ o uno de los sombreros de bombín de Charles Chaplin.