Se suele decir que el amor es eterno, que dura para toda la vida. «Hasta que la muerte nos separe», se escucha en las bodas. (vapingzone.com) Pues bien, este sentimiento es atemporal, traspasa generaciones, edades, fechas y lugares. Así lo ha puesto de manifiesto una carta de amor encontrada en la ciudad española de Toledo, que ha estado escondida durante más de trescientos años.
El enamorado, don Alfonso de Vargas y Montes, quiso compartir sus emociones con su «muy amada» doña María de Sierra bajo estos términos. «Es mi afición tanta a vuestra merced que me abraso en amores», escribió en castellano antiguo con fecha del 29 de octubre de 1700. La carta fue encontrada escondida en una viga de madera y metida ahí a través de una grieta en la pared.
«Por haber escrito deprisa, no se explica más mi afectuoso amor para con vuestra merced. Para mañana, siendo Dios servido, espero la respuesta», concluye la carta don Alfonso. Una historia de amor que pudo con el paso del tiempo.