Ser introvertido es difícil en un ambiente de trabajo, ya que la timidez hace que desee evitar la atención, hablar en reuniones, establecer contactos y presentar los éxitos del equipo se convierte en una tarea abrumadora.
Es aún más difícil cuando el introvertido está rodeado de extrovertidos, quienes si disfrutan de la atención y la oportunidad de hablar. Puede sentir que lo pasan por alto y tiene menos posibilidades de promoción que sus compañeros.
Pero no te preocupes te diremos cómo evitar esta situación, para que de ese modo puedas tener las mismas posibilidades que los otros miembros del equipo.
Llama la atención sobre ti mismo
Cuando los líderes eligen personas para un proyecto, a menudo comienzan con quien le viene a la mente primero. ¿Cómo consigues tu nombre entre ellos?
Es bueno cuando se nos recuerda por la calidad de nuestro trabajo. Pero este no es siempre el caso. El jefe necesita desarrollar asociaciones sólidas entre el empleado como persona, sus ideas y la calidad de su trabajo.
Los extrovertidos tienen una ventaja aquí: les gusta hablar en las reuniones (lo que los hace parecer más involucrados) y tienden a mencionar proyectos exitosos (lo que refuerza la asociación con el trabajo de calidad).
Es mucho más difícil para un introvertido iniciar una conversación y establecer una buena relación con un jefe. Esto puede implicar buscar formas de comunicarse antes o después de la reunión, concertar citas para discutir proyectos en curso y pedir ayuda con tareas difíciles. Lo principal es encontrar formas cómodas de interactuar con el líder para compensar la falta de interacción en los grandes eventos.
Prepárate para las reuniones
Si las reuniones son incómodas, eso no significa omitirlas. Dado que está rodeado de extrovertidos, la reunión simplemente pasará sin usted y privará a sus colegas de su experiencia y comentarios.
Aprenda a expresar su opinión libremente, incluso si contradice la generalmente aceptada. Esto requiere preparación. Piensa en lo que vas a decir y prepara notas. Si conoce el programa del evento de antemano, forme sus pensamientos sobre cada tema.
Cuando ya sepa qué decir, no demore el siguiente paso. Levante la mano o pida incluirse en el plan de la reunión. Cuanto más no le guste hablar en público, es más probable que comience a dudar y, finalmente, deje pasar la oportunidad de hablar.
Durante su discurso, hable con seguridad, sin vacilaciones y disculpas («Creo que …», «No quiero interrumpir, pero …»). Puede ser más fácil de esta manera, pero disminuirá el impacto en los oyentes.
La buena noticia es que cuanto más hable en las reuniones, más fácil será la próxima vez.
Enfatizar el equipo
Tan pronto como tenga subordinados, comenzará a ser responsable de ellos y de su avance profesional. Incluso si se siente incómodo con la atención hacia usted mismo, tendrá que atraerla hacia otros miembros del equipo.
Esta es su oportunidad de hacerse notar: el enfoque cambia a los demás, mientras que como líder, obtiene reconocimiento por el éxito de todo el equipo. Al hablar de las fortalezas de sus subordinados, se presenta de manera favorable. Por lo tanto, una presentación rentable del trabajo en grupo también te ayudará.