Muchos seguramente hayan jugado durante su infancia a comunicarse a distancia mediante un par de vasos de plástico unidos por una cuerda a su base.
Los mismos actúan como si de walkie-talkies se trataran, transportando el sonido desde el emisor hasta el receptor.
Su funcionamiento es muy sencillo, pues se basa en la propiedad ondulatoria del sonido.
Cuando la voz de una persona choca contra el material del fondo del vaso, éste transmite sus vibraciones a la cuerda, desplazándose estas ondas por ella hasta llegar al otro fondo del vaso y al aire que hay en él.
Así, las mismas alcanzan el oído del receptor, quien las percibe como la voz emitida por la otra persona.
Pregunta formulada por: Ricardo Marquínez Poveda (Vitoria)
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