No. Al contrario de lo que muchos pudiesen pensar, olemos mucho mejor cuando mantenemos los ojos abiertos.Un estudio publicado en la última edición de la revista’Journal of Neuroscience’ revela que estimulando las regiones cerebrales de la corteza visual a la vez que aspiramos el aroma de una rosa nuestra capacidad de distinguir los matices e identificar ciertos olores aumenta.
(Ambien)